Vistas impresionantes, fácil acceso a actividades, salón encantador

La falta de un ascensor es un verdadero inconveniente para personas mayores!!! Además, la ausencia de personal tras las 8 PM puede complicar las cosas, no se puede acceder fácilmente al jacuzzi sin reserva previa.

Déjame explicártelo fácil y rápido

La habitación era acogedora, con vistas impresionantes al Mont Blanc. El desayuno era un festín de delicias, aunque el acceso al jacuzzi requería reserva y el personal era limitado después de las 8 PM. La ubicación era excelente, a pocos minutos del centro. Sin embargo, la conexión Wi-Fi fue realmente débil y la limpieza un tanto inconsistente.

El servicio fue excepcional. Aunque llegamos mucho antes de la hora del check-in, nos atendieron amablemente y nos permitieron dejar el equipaje. El buffet del desayuno fue genial, tanto en cantidad como en calidad. Las vistas eran preciosas, lo que hizo nuestra estadía aún mejor. Aunque no pudimos disfrutar del jacuzzi, el área de juegos era divertida.

El desayuno era increíble, con deliciosos croissants y opciones frescas. La atención del personal fue excepcional y siempre dispuestos a ofrecer recomendaciones útiles para disfrutar Chamonix.

experiencia maravillosa cerca de atracciones imperdibles

Tuvimos una estancia increíble, ya que el hotel se encuentra a menos de 5 minutos a pie del impresionante Aiguille du Midi y a unas pocas calles del hermoso Parque de Chamonix, lo que hizo que nuestras caminatas diarias fueran memorables y llenas de vistas fascinantes. el salón para compartir con otros viajeros fue encantador, pero la falta de ascensor puede ser un inconveniente para algunos, especialmente para personas mayores.

Solo una opción adecuada para una visita breve en Chamonix Mont Blanc con una fantástica relación calidad-precio. El lugar era limpio, pero un poco pequeño y agobiante a veces. Considera que el acceso al segundo piso puede ser complicado si no hay ascensor.

Es un hotel acogedor con un personal atento y una presentación del desayuno espectacular, y un salón encantador para relajarse.

La habitación era tan amplia y acogedora que me sentí como si hubiera encontrado mi refugio alpino personal. Las vistas al Mont Blanc desde el balcón eran como una postal viviente, y el desayuno era un festín de delicias, con croissants frescos que harían sonreír a cualquier panadero. La ubicación en el corazón de Chamonix facilitó pasear y disfrutar del ambiente.

Acceso complicado

El hotel cuenta con un salón encantador donde puedes jugar al billar, aunque cierra pronto. Las habitaciones son amplias y bien decoradas, con balcón privado disponible en algunas de ellas, además de ofrecer vistas impresionantes al Mont Blanc.

A partir de las 8h, el hotel opera como un aparthotel y no hay personal disponible. Además, para poder disfrutar del jacuzzi hay que hacer una reserva con antelación. a veces es complicado acceder sin aviso previo. falta un ascensor, lo que puede dificultar el acceso al segundo piso para algunos visitantes, especialmente personas mayores.

Ubicació perfecta, a dos minuts del centre. Habitació còmoda amb tot el necessari. El personal, encantador, amb consells útils sobre bars i restaurants. Ideal per a una escapada. El bufet d'esmorzar, espectacular, amb fruita fresca i uns ous remenats boníssims.

auberge du manoir es un lugar acogedor y bien ubicado. el desayuno era casi perfecto, con un buen surtido de panes y pasteles frescos. el personal fue increíble, especialmente mathilde, quien fue muy atenta a nuestras necesidades. además, tienen un agradable spa y una zona de jardín donde relajarse. 😌🌄

podrían mejorar poniendo un gancho para la ducha. 😊

La habitación era amplia y cómoda, con decoraciones encantadoras que le daban un toque alpino. Las vistas de las montañas desde el balcón eran impresionantes. El personal, especialmente Coco, resultó ser muy amable y lleno de energía. Aunque las instalaciones eran agradables, me sorprendió que el jacuzzi necesitara reserva previa y que no hubiera personal disponible después de las 8h, lo que hizo que algunas cosas fueran un poco complicadas. La falta de un ascensor también fue un inconveniente, especialmente al subir al segundo piso. A pesar de estos problemas, disfruté del salón con billar y de la proximidad al centro y a las estaciones de esquí.

vistas impresionantes desde la ventana

proceso de check-in flexible, desayuno excelente

wifi débil